lunes, 24 de diciembre de 2007

Mi pesebre




Una de las tradiciones venezolanas más sabrosas de la navidad es reunirse con los amigos y la familia, cuatro en mano, para cantar juntos villancicos y aguinaldos. No falta algún vecino que se quiera emparrandar y se aparezca con el rallo en la mano para acompañar la fiesta.

Después, corazón contento: la barriga llena con hallaca, ensalada de gallina, pernil, pan de jamón, cabello de ángel, dulce de lechosa y papelón con limón o ponche crema.

No queda más que esperar las campanadas de las 12 para celebrar el nacimiento del Niño Jesús; descubrir a los chiquitos de la casa esperando para abrir sus regalos con un ojo abierto y otro cerrado y disfrutar las caras de alegría de quienes reciben el obsequio esperado, soñado, pedido y de los sorprendidos…

Aquí les dejamos un pedacito de nuestra navidad, el pesebre que nunca falta en casa; esperando que nos “roben” al Niño Jesús para armar la Paradura en enero.

Que en estas navidades te acompañen la cena, la música, la alegría, la familia y los sueños cumplidos.

Y que el 2008 siga llenado tu vida de bendiciones.

¡Un abrazo!

No hay comentarios: