domingo, 30 de diciembre de 2007

Sonrisas matutinas



Había olvidado
que se siente mirarte en las mañanas
que se siente respirarte a medias
compartiendo el aire

Pero esa niña de brazos largos
que ayer robó mi sueño
te envió con ojos nuevos

te dejo nuevamente cepillar mi cabello

feliz
con fe
ligera

concertando la vida

viernes, 28 de diciembre de 2007

El bronce de tu cuerpo



Baña con tu luz mi piel de nácar
fundiendo sobre mí el bronce de tu cuerpo.
Desnudos, confundidos, al borde de la cama
viste el algodón de mi cuerpo mojado
anclados entre almohadas y edredones.

Déjame sucumbir
ante tu hechizo de cacao indómito:
mi alma mantuana que hace rato se rinde
se entrega al rito del chocolate azteca.
Papelón en tus besos, melaza en tu mirada,
un arrullo caribe en tu respiración.

...mientras, tus dedos exploran en mis manos
el lugar exacto para quedarse en ellas...

...mientras, tus labios encienden en los míos
una llama tibia desde el corazón...

martes, 25 de diciembre de 2007

Fabiana


Fabiana no tiene cara
tiene canción
melodía
tiene tus dedos
al piano
y tu voz

tu voz
que jamás me cantó
la canción mía
mi melodía
tuve tus dedos
sobre mí
sobre mí
vos
o tú
como prefieras
ya no nosotros
ya no

Fabiana no existía
no estaba en tu abrazo
no estaba en tu beso
no estaba en las lágrimas
de esta tarde
en los dos

Y ahora
esta Fabiana
que no tiene cara
te regala amaneceres nuevos
te regala su risa
te inspira frente al piano
desnudo
sentado
como te imagino
como fuiste en mi tiempo

Fabiana sin cara
con brazos
con alma
con voz
con vos
contigo
conmigo

la pienso

Fabiana que a ti te regala melodías

Fabiana que a mí espanta el sueño
con esos brazos largos
que llegan a mi almohada


Si aprendiéramos


Si aprendiéramos
Si supiéramos cómo
Una palabra nos abriría el mundo

lunes, 24 de diciembre de 2007

Mi pesebre




Una de las tradiciones venezolanas más sabrosas de la navidad es reunirse con los amigos y la familia, cuatro en mano, para cantar juntos villancicos y aguinaldos. No falta algún vecino que se quiera emparrandar y se aparezca con el rallo en la mano para acompañar la fiesta.

Después, corazón contento: la barriga llena con hallaca, ensalada de gallina, pernil, pan de jamón, cabello de ángel, dulce de lechosa y papelón con limón o ponche crema.

No queda más que esperar las campanadas de las 12 para celebrar el nacimiento del Niño Jesús; descubrir a los chiquitos de la casa esperando para abrir sus regalos con un ojo abierto y otro cerrado y disfrutar las caras de alegría de quienes reciben el obsequio esperado, soñado, pedido y de los sorprendidos…

Aquí les dejamos un pedacito de nuestra navidad, el pesebre que nunca falta en casa; esperando que nos “roben” al Niño Jesús para armar la Paradura en enero.

Que en estas navidades te acompañen la cena, la música, la alegría, la familia y los sueños cumplidos.

Y que el 2008 siga llenado tu vida de bendiciones.

¡Un abrazo!

miércoles, 12 de diciembre de 2007

María toca a tu puerta



"De su esposo en compañía,
soñolienta y fatigada,
por ver si les dan posada
toca en las puertas María.

Él le dice: - Esposa mía,
ten calma, vamos a ver...
Nos abrirán al saber
que te encuentras en estado
y un lecho busca prestado
tu Niño para nacer."

Retablillo de Navidad
Aquiles Nazoa

Tan sólo un poquito del texto de Aquiles para tentar las ganas y abrir la inspiración. Porque en Librería Sónica queremos regalarte un ejemplar de Retablillo de Navidad, de Aquiles Nazoa; ilustrado con gracia y delicadeza por Ana Palmero (Ediciones Ekaré, 2007) y al cual pertenece la imagen del post.

Claro, no basta con incluirlo en la carta del Niño Jesús; es necesario que nos escribas un e-mail a libreriasonica@gmail.com y nos cuentes qué harías si a tu puerta toca la Virgen María, junto a San José, pidiendo posada y en trabajo de parto.

El autor -o la autora- del relato más creativo recibirá como regalo de Reyes esta reciente edición de Retablillo de Navidad, un clásico en nuestras fiestas navideñas. Pueden enviarlo hasta el viernes 28 de diciembre de 2007. El relato ganador lo anunciaremos en Librería Sónica el día domingo 13 de enero de 2008, por este blog y por Palabras y escombros. ¿La extensión? Una cuartilla o un aproximado de 1500 caracteres.

En Librería Sónica queremos saber de ti.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Bazar



Varios puestos de fritangas y templetes de CDs quemados no pudieron evitar que te descubriera. Allí, haciéndote el loco, el que no me vio, el que llegó por pura casualidad. Te dejé hacer un rato, a ver qué pasaba. Y nada. Eso. Nada pasó. Me acerqué, te saludé y tu voz, esa que siempre se presenta con un volumen inaudible, dejó vibrar sus cuatro ó cinco decibeles para decir simplemente "¿Qué tal? ¿cómo estás?".

Por un momento me sentí absolutamente corporativa. Como quien firma las tarjetas de navidad con abrazos cordiales. Pasaron tres larguísimos segundos, de esos que descubren al actor en falta frente al público cuando se le va la letra; de esos que hacen saltar al apuntador desde la olvidada concha en desuso. Tres larguísimos segundos en los que sólo podía mirar tu sonrisa institucional, tu corbata, tu camisa gris recién planchada y allí no pude evitar pensar en quién te la planchó, en por qué estabas vestido así, en el marrón profundo de tus ojos, en el archivado sabor de tus besos.

En un gesto autómata te tome la mano, desligada por completo de tu postura distante, de tu mirada evasiva, de tu sonrisa de animador-sabatino-de-programa-de-variedades-justo-antes-del-corte-comercial. Sentí el crujir de mis minúsculos valles dactilares cuando tus dedos, deslizándose sin piedad, se alejaban elegantes de los míos. Diste dos pasos, levantaste la mano derecha, la agitaste brevemente en el aire húmedo de la mañana y musitaste algo que supuse fue un adiós.

No te había visto más desde que te negaste a llevarte tu bata de baño y me devolviste las llaves de la casa. No te vi antes del bazar. No te vi después del bazar. Pero, de pronto, estás en todas partes horadando ese terrible huequito en el corazón; desafiando mi olfato cuando te huelo y se que ya no estás; cuando me duermo y no te puedo abrazar; cuando te recuerdo y la distancia ha borrado lo que me alejó; cuando te leo y encuentro tan vivo lo que me conquistó.

Entonces hago un ejercicio verbal, el soliloquio de la cordura. Redacto en el aire la lista de las cosas que no me gustaban de ti, de nosotros; declamo para mi tus virtudes, inicio la batalla entre el cerebro y el corazón. El esternón y los pulmones se rinden ante la embestida: duele y cuesta respirar. Tus gestos de padrastro bueno, tus versos, tus palabras agudas, me envuelven como trece dragones. Tu humor improcesable, el sabor del cigarro, la pasión ausente, me lasceran la piel con sus escamas. De pie, en el campo de batalla. Soy el campo de batalla.

Gana tu ausencia, la nostalgia, mi razón me convence y finalmente cedo. Me abrigo en tu bata de baño y me escondo bajo el edredón. Suena entonces la banda sonora de mis días sin ti... "...y a pesar de que fui yo quien decidió que ya no más y no me cansé de jurarte que no habrá segunda parte, me cuesta tanto olvidarte..."

viernes, 7 de diciembre de 2007

Preguntas ingenuas




Si puede detenerse el tiempo a tu lado
¿será que puedes adelantarlo para verte?

¿Por qué los buenos días
son más buenos cuando estoy contigo?

¿Siempre amaneces así,
con esas alas enormes de dulzura?

Cuando llegue la noche
¿podrías acurrucarme con tu cuerpo?

Y cuando mi sonrisa parezca un pergamino
¿todavía seguirás viéndome hermosa?

¿Será cierto que todos estos días
son tan sólo una muestra de lo que vendrá?

¿Estará equivocado quien dice
que nunca hay garantías cuando te enamoras?

¿Por qué tu ausencia está tan llena de ti?
¿Por qué tu voz se quedó en mis oídos?

¿Por qué mi corazón cerró la puerta
pero se aseguró de que estuvieras dentro?

¿Si nuestros hijos heredan tu sonrisa
necesitaré lentes de sol?

Si es cierto que se ama solamente una vez
¿cómo puedo enamorarme de ti todos los días?

Si el cuerpo es el vestido del alma
¿verán todos lo desnudos que andamos?

Y ya que eres mi alma gemela
¿tendremos que vestirnos con el mismo cuerpo?

Te amo, Je t’aime, Ti amo,
Eu te amo, Ti voglio bene, I love you
¿Ves que dicen lo mismo todas mis palabras?

Coleópteros



Atraídos por la leve luz
anhelando el calor
sin saber que sus alas
estarán en breve chamuscadas
vuelan
sonoros coleópteros en la ventana

Sus alas crepitan
mientras las llamas cantan

Pianissimo
del allegro al adagio
crepitan alas
crepitan muslos
vibran las cuerdas de tu voz

mientras las llamas cantan
se consume un bicho que entró por la ventana

9no Mercado de Diseño con Súper Ángeles



Con sus alas grandes
con sus pies ligeros
sus abrazos tibios
sonrisas brillantes

vienen regalando
con mucha ilusión
gotitas de magia
para el corazón.

¿Por qué tantas alas?
pronto lo sabrás:
estos Súper Ángeles
las compartirán.


Y es que el próximo 15 de diciembre en el 9no Mercado de Diseño la Fundación Súper Ángeles estará ofreciendo todos los productos que compartieron con nosotros este año, junto a una línea de estreno.

El mercado será en la sala experimental del Museo de Bellas Artes desde las 10:00 am hasta las 6:30 pm.

Apóyanos y contágiate con la magia de los Súper Ángeles.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Letras y récipes




Es común escuchar que la letra de médico no se puede leer, así que para poder entregar más que récipes la Policlínica Metropolitana convoca al Premio de Cuento Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores en su segunda edición, 2008.

El premio surge como un reconocimiento a los jóvenes talentos venezolanos en el arte de la escritura. Con él se desea promocionar y estimular la alta creación juvenil y enriquecer el patrimonio cultural escrito.


Los autores que concursen deberán regirse por las siguientes bases:

1.- Podrán participar todos los autores venezolanos, o extranjeros residenciados en el país, menores de 40 años.


2.- Se admitirá un sólo cuento por autor, de tema libre, los cuales deberán ser originales, inéditos y escritos en lengua española, con extensión comprendida entre las cinco (5) y las treinta (30) cuartillas, a doble espacio e impresas por una sola cara. Los textos participantes deberán ser inéditos, no premiados anteriormente ni comprometidos en otro concurso o publicación.

3.- Se otorgará un 1er. premio de Bs. 5.000.000,00 (Bs. F 5.000), un 2do. premio de Bs. 2.000.000,00 (Bs. F 2.000) y un 3er. premio de Bs. 1.000.000,00 (Bs. F 1.000). El jurado podrá otorgar, además, las menciones que considere necesarias.

4.- Los cuentos participantes serán recibidos hasta el 15 de febrero de 2008. El veredicto se dará a conocer el 15 de abril de ese año, fecha en la que se precisará el día del acto de premiación. Un número limitado de cuentos podrían resultar con menciones honoríficas, a consideración del jurado, con opción a ser publicados, junto con el cuento ganador, sin que ello implica ninguna retribución monetaria para los autores. Policlínica Metropolitana, C.A., se reserva el derecho de publicación y explotación de las obras premiadas, así como el de las menciones honoríficas, en cualquier forma y modalidad, dentro y fuera del territorio nacional, sin limitación alguna. En consecuencia, el ganador, los premiados y aquellos con posibles menciones honoríficas, cederán a Policlínica Metropolitana, C.A., los derechos para editar , publicar y comercializar las obras, en un número limitado de ejemplares y por un plazo máximo de diez (10) años, contados a partir de la fecha del concurso, aunque se trate de una coedición.

5.- Los premios serán indivisibles y no podrán ser declarados desiertos.

6.- Los textos participantes se enviarán con seudónimo, en cuadriplicado, a la siguiente dirección: Junta Directiva, Sótano 2, Policlínica Metropolitana, Calle A-1, Urbanización Caurimare, Caracas, 1060. En sobre aparte se colocarán el nombre del cuento, el seudónimo y los datos completos del autor (nombre, dirección, CI, teléfono, correo y un breve CV). También podrán participar enviando al correo electrónico:
concursodecuentos@pcm.com.ve un archivo adjunto con el cuento en word, y otro con los datos del autor.

7.- El jurado del concurso estará integrado por los escritores Federico Vegas, Oscar Marcano y Eduardo Liendo.

8.- Todo lo no estipulado en estas bases será resuelto por el Comité Organizador.

9.- El ganador se compromete a participar personalmente en la ceremonia de entrega del premio, actos de presentación y promoción de su obra. El autor ganador y aquellos con menciones honoríficas autorizarán a los organizadores del premio utilizar su nombre e imagen con fines promocionales.

10. No podrán participar aquellas personas que trabajen en la Policlínica Metropolitana, CA. ni en sus empresas filiales.

martes, 4 de diciembre de 2007

Pequeña



Con tus manos grandes,
dedos largos,
dibujas mi contorno perdido entre las hebras de mi pelo.

Te acaricio,
pequeña,
aprendo de memoria la curva de tu frente.

Sobre tu cuerpo,
el mío,
que giras y manejas diminuto y flexible.

Con tus besos tibios,
suaves labios,
declaras que te gusto, que me quieres.

Y soy feliz,
ya sin reservas,
embriagada en la emoción de ese momento

en tu mismo aliento,
dentro de tu abrazo,
abandonados a la noche que empieza...

lunes, 3 de diciembre de 2007

Si no estás


No se de tu silencio

entiendo de tu mirada muda
de tus ojos esquivos
de tu aliento cálido a mi lado
de tus palabras dulces
de tu voz sensible

¿dónde estás?
no puedo verte más allá de mi memoria
y te extraño

Detente en mis tobillos



Detente en mis tobillos,
nota que tengo más
que hendiduras y valles:
kilómetros de células
esperan el roce de tus dedos.

Siembra de besos
los surcos de mis manos abiertas,
derrama tu aliento en mi cuello y mi oído.
Acaricia la curva que te invita
a recorrer sin miedo
la pendiente detrás de mis rodillas.

Entre abrazos
descúbreme inocente,
abandonada
al ímpetu de un beso,
susúrrame arrebatos y ternuras.
Deja que tus manos aprendan de memoria
la insólita medida de mi estrecha cintura.

Dame tan sólo el roce de tus labios
y regresa despacio, profundo, delicado,
a humedecer los míos que se mueren de sed.

Sorpréndeme...
y enséñame
algún sitio que jamás sospeché.

Ebria




Embriagada
suelo perderme en tu mirada.
Trato de descubrir algún código
un rastro ancestral
arqueológico
metafísico
uniéndonos ahora


cuando siento esta ausencia tuya
tan cercana
tan próxima.

Disfrutando en el silencio
la ilusión de creer que tú me piensas.

Quieta
sólo meciéndome.