domingo, 30 de diciembre de 2007

Sonrisas matutinas



Había olvidado
que se siente mirarte en las mañanas
que se siente respirarte a medias
compartiendo el aire

Pero esa niña de brazos largos
que ayer robó mi sueño
te envió con ojos nuevos

te dejo nuevamente cepillar mi cabello

feliz
con fe
ligera

concertando la vida

viernes, 28 de diciembre de 2007

El bronce de tu cuerpo



Baña con tu luz mi piel de nácar
fundiendo sobre mí el bronce de tu cuerpo.
Desnudos, confundidos, al borde de la cama
viste el algodón de mi cuerpo mojado
anclados entre almohadas y edredones.

Déjame sucumbir
ante tu hechizo de cacao indómito:
mi alma mantuana que hace rato se rinde
se entrega al rito del chocolate azteca.
Papelón en tus besos, melaza en tu mirada,
un arrullo caribe en tu respiración.

...mientras, tus dedos exploran en mis manos
el lugar exacto para quedarse en ellas...

...mientras, tus labios encienden en los míos
una llama tibia desde el corazón...

martes, 25 de diciembre de 2007

Fabiana


Fabiana no tiene cara
tiene canción
melodía
tiene tus dedos
al piano
y tu voz

tu voz
que jamás me cantó
la canción mía
mi melodía
tuve tus dedos
sobre mí
sobre mí
vos
o tú
como prefieras
ya no nosotros
ya no

Fabiana no existía
no estaba en tu abrazo
no estaba en tu beso
no estaba en las lágrimas
de esta tarde
en los dos

Y ahora
esta Fabiana
que no tiene cara
te regala amaneceres nuevos
te regala su risa
te inspira frente al piano
desnudo
sentado
como te imagino
como fuiste en mi tiempo

Fabiana sin cara
con brazos
con alma
con voz
con vos
contigo
conmigo

la pienso

Fabiana que a ti te regala melodías

Fabiana que a mí espanta el sueño
con esos brazos largos
que llegan a mi almohada


Si aprendiéramos


Si aprendiéramos
Si supiéramos cómo
Una palabra nos abriría el mundo

lunes, 24 de diciembre de 2007

Mi pesebre




Una de las tradiciones venezolanas más sabrosas de la navidad es reunirse con los amigos y la familia, cuatro en mano, para cantar juntos villancicos y aguinaldos. No falta algún vecino que se quiera emparrandar y se aparezca con el rallo en la mano para acompañar la fiesta.

Después, corazón contento: la barriga llena con hallaca, ensalada de gallina, pernil, pan de jamón, cabello de ángel, dulce de lechosa y papelón con limón o ponche crema.

No queda más que esperar las campanadas de las 12 para celebrar el nacimiento del Niño Jesús; descubrir a los chiquitos de la casa esperando para abrir sus regalos con un ojo abierto y otro cerrado y disfrutar las caras de alegría de quienes reciben el obsequio esperado, soñado, pedido y de los sorprendidos…

Aquí les dejamos un pedacito de nuestra navidad, el pesebre que nunca falta en casa; esperando que nos “roben” al Niño Jesús para armar la Paradura en enero.

Que en estas navidades te acompañen la cena, la música, la alegría, la familia y los sueños cumplidos.

Y que el 2008 siga llenado tu vida de bendiciones.

¡Un abrazo!

miércoles, 12 de diciembre de 2007

María toca a tu puerta



"De su esposo en compañía,
soñolienta y fatigada,
por ver si les dan posada
toca en las puertas María.

Él le dice: - Esposa mía,
ten calma, vamos a ver...
Nos abrirán al saber
que te encuentras en estado
y un lecho busca prestado
tu Niño para nacer."

Retablillo de Navidad
Aquiles Nazoa

Tan sólo un poquito del texto de Aquiles para tentar las ganas y abrir la inspiración. Porque en Librería Sónica queremos regalarte un ejemplar de Retablillo de Navidad, de Aquiles Nazoa; ilustrado con gracia y delicadeza por Ana Palmero (Ediciones Ekaré, 2007) y al cual pertenece la imagen del post.

Claro, no basta con incluirlo en la carta del Niño Jesús; es necesario que nos escribas un e-mail a libreriasonica@gmail.com y nos cuentes qué harías si a tu puerta toca la Virgen María, junto a San José, pidiendo posada y en trabajo de parto.

El autor -o la autora- del relato más creativo recibirá como regalo de Reyes esta reciente edición de Retablillo de Navidad, un clásico en nuestras fiestas navideñas. Pueden enviarlo hasta el viernes 28 de diciembre de 2007. El relato ganador lo anunciaremos en Librería Sónica el día domingo 13 de enero de 2008, por este blog y por Palabras y escombros. ¿La extensión? Una cuartilla o un aproximado de 1500 caracteres.

En Librería Sónica queremos saber de ti.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Bazar



Varios puestos de fritangas y templetes de CDs quemados no pudieron evitar que te descubriera. Allí, haciéndote el loco, el que no me vio, el que llegó por pura casualidad. Te dejé hacer un rato, a ver qué pasaba. Y nada. Eso. Nada pasó. Me acerqué, te saludé y tu voz, esa que siempre se presenta con un volumen inaudible, dejó vibrar sus cuatro ó cinco decibeles para decir simplemente "¿Qué tal? ¿cómo estás?".

Por un momento me sentí absolutamente corporativa. Como quien firma las tarjetas de navidad con abrazos cordiales. Pasaron tres larguísimos segundos, de esos que descubren al actor en falta frente al público cuando se le va la letra; de esos que hacen saltar al apuntador desde la olvidada concha en desuso. Tres larguísimos segundos en los que sólo podía mirar tu sonrisa institucional, tu corbata, tu camisa gris recién planchada y allí no pude evitar pensar en quién te la planchó, en por qué estabas vestido así, en el marrón profundo de tus ojos, en el archivado sabor de tus besos.

En un gesto autómata te tome la mano, desligada por completo de tu postura distante, de tu mirada evasiva, de tu sonrisa de animador-sabatino-de-programa-de-variedades-justo-antes-del-corte-comercial. Sentí el crujir de mis minúsculos valles dactilares cuando tus dedos, deslizándose sin piedad, se alejaban elegantes de los míos. Diste dos pasos, levantaste la mano derecha, la agitaste brevemente en el aire húmedo de la mañana y musitaste algo que supuse fue un adiós.

No te había visto más desde que te negaste a llevarte tu bata de baño y me devolviste las llaves de la casa. No te vi antes del bazar. No te vi después del bazar. Pero, de pronto, estás en todas partes horadando ese terrible huequito en el corazón; desafiando mi olfato cuando te huelo y se que ya no estás; cuando me duermo y no te puedo abrazar; cuando te recuerdo y la distancia ha borrado lo que me alejó; cuando te leo y encuentro tan vivo lo que me conquistó.

Entonces hago un ejercicio verbal, el soliloquio de la cordura. Redacto en el aire la lista de las cosas que no me gustaban de ti, de nosotros; declamo para mi tus virtudes, inicio la batalla entre el cerebro y el corazón. El esternón y los pulmones se rinden ante la embestida: duele y cuesta respirar. Tus gestos de padrastro bueno, tus versos, tus palabras agudas, me envuelven como trece dragones. Tu humor improcesable, el sabor del cigarro, la pasión ausente, me lasceran la piel con sus escamas. De pie, en el campo de batalla. Soy el campo de batalla.

Gana tu ausencia, la nostalgia, mi razón me convence y finalmente cedo. Me abrigo en tu bata de baño y me escondo bajo el edredón. Suena entonces la banda sonora de mis días sin ti... "...y a pesar de que fui yo quien decidió que ya no más y no me cansé de jurarte que no habrá segunda parte, me cuesta tanto olvidarte..."

viernes, 7 de diciembre de 2007

Preguntas ingenuas




Si puede detenerse el tiempo a tu lado
¿será que puedes adelantarlo para verte?

¿Por qué los buenos días
son más buenos cuando estoy contigo?

¿Siempre amaneces así,
con esas alas enormes de dulzura?

Cuando llegue la noche
¿podrías acurrucarme con tu cuerpo?

Y cuando mi sonrisa parezca un pergamino
¿todavía seguirás viéndome hermosa?

¿Será cierto que todos estos días
son tan sólo una muestra de lo que vendrá?

¿Estará equivocado quien dice
que nunca hay garantías cuando te enamoras?

¿Por qué tu ausencia está tan llena de ti?
¿Por qué tu voz se quedó en mis oídos?

¿Por qué mi corazón cerró la puerta
pero se aseguró de que estuvieras dentro?

¿Si nuestros hijos heredan tu sonrisa
necesitaré lentes de sol?

Si es cierto que se ama solamente una vez
¿cómo puedo enamorarme de ti todos los días?

Si el cuerpo es el vestido del alma
¿verán todos lo desnudos que andamos?

Y ya que eres mi alma gemela
¿tendremos que vestirnos con el mismo cuerpo?

Te amo, Je t’aime, Ti amo,
Eu te amo, Ti voglio bene, I love you
¿Ves que dicen lo mismo todas mis palabras?

Coleópteros



Atraídos por la leve luz
anhelando el calor
sin saber que sus alas
estarán en breve chamuscadas
vuelan
sonoros coleópteros en la ventana

Sus alas crepitan
mientras las llamas cantan

Pianissimo
del allegro al adagio
crepitan alas
crepitan muslos
vibran las cuerdas de tu voz

mientras las llamas cantan
se consume un bicho que entró por la ventana

9no Mercado de Diseño con Súper Ángeles



Con sus alas grandes
con sus pies ligeros
sus abrazos tibios
sonrisas brillantes

vienen regalando
con mucha ilusión
gotitas de magia
para el corazón.

¿Por qué tantas alas?
pronto lo sabrás:
estos Súper Ángeles
las compartirán.


Y es que el próximo 15 de diciembre en el 9no Mercado de Diseño la Fundación Súper Ángeles estará ofreciendo todos los productos que compartieron con nosotros este año, junto a una línea de estreno.

El mercado será en la sala experimental del Museo de Bellas Artes desde las 10:00 am hasta las 6:30 pm.

Apóyanos y contágiate con la magia de los Súper Ángeles.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Letras y récipes




Es común escuchar que la letra de médico no se puede leer, así que para poder entregar más que récipes la Policlínica Metropolitana convoca al Premio de Cuento Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores en su segunda edición, 2008.

El premio surge como un reconocimiento a los jóvenes talentos venezolanos en el arte de la escritura. Con él se desea promocionar y estimular la alta creación juvenil y enriquecer el patrimonio cultural escrito.


Los autores que concursen deberán regirse por las siguientes bases:

1.- Podrán participar todos los autores venezolanos, o extranjeros residenciados en el país, menores de 40 años.


2.- Se admitirá un sólo cuento por autor, de tema libre, los cuales deberán ser originales, inéditos y escritos en lengua española, con extensión comprendida entre las cinco (5) y las treinta (30) cuartillas, a doble espacio e impresas por una sola cara. Los textos participantes deberán ser inéditos, no premiados anteriormente ni comprometidos en otro concurso o publicación.

3.- Se otorgará un 1er. premio de Bs. 5.000.000,00 (Bs. F 5.000), un 2do. premio de Bs. 2.000.000,00 (Bs. F 2.000) y un 3er. premio de Bs. 1.000.000,00 (Bs. F 1.000). El jurado podrá otorgar, además, las menciones que considere necesarias.

4.- Los cuentos participantes serán recibidos hasta el 15 de febrero de 2008. El veredicto se dará a conocer el 15 de abril de ese año, fecha en la que se precisará el día del acto de premiación. Un número limitado de cuentos podrían resultar con menciones honoríficas, a consideración del jurado, con opción a ser publicados, junto con el cuento ganador, sin que ello implica ninguna retribución monetaria para los autores. Policlínica Metropolitana, C.A., se reserva el derecho de publicación y explotación de las obras premiadas, así como el de las menciones honoríficas, en cualquier forma y modalidad, dentro y fuera del territorio nacional, sin limitación alguna. En consecuencia, el ganador, los premiados y aquellos con posibles menciones honoríficas, cederán a Policlínica Metropolitana, C.A., los derechos para editar , publicar y comercializar las obras, en un número limitado de ejemplares y por un plazo máximo de diez (10) años, contados a partir de la fecha del concurso, aunque se trate de una coedición.

5.- Los premios serán indivisibles y no podrán ser declarados desiertos.

6.- Los textos participantes se enviarán con seudónimo, en cuadriplicado, a la siguiente dirección: Junta Directiva, Sótano 2, Policlínica Metropolitana, Calle A-1, Urbanización Caurimare, Caracas, 1060. En sobre aparte se colocarán el nombre del cuento, el seudónimo y los datos completos del autor (nombre, dirección, CI, teléfono, correo y un breve CV). También podrán participar enviando al correo electrónico:
concursodecuentos@pcm.com.ve un archivo adjunto con el cuento en word, y otro con los datos del autor.

7.- El jurado del concurso estará integrado por los escritores Federico Vegas, Oscar Marcano y Eduardo Liendo.

8.- Todo lo no estipulado en estas bases será resuelto por el Comité Organizador.

9.- El ganador se compromete a participar personalmente en la ceremonia de entrega del premio, actos de presentación y promoción de su obra. El autor ganador y aquellos con menciones honoríficas autorizarán a los organizadores del premio utilizar su nombre e imagen con fines promocionales.

10. No podrán participar aquellas personas que trabajen en la Policlínica Metropolitana, CA. ni en sus empresas filiales.

martes, 4 de diciembre de 2007

Pequeña



Con tus manos grandes,
dedos largos,
dibujas mi contorno perdido entre las hebras de mi pelo.

Te acaricio,
pequeña,
aprendo de memoria la curva de tu frente.

Sobre tu cuerpo,
el mío,
que giras y manejas diminuto y flexible.

Con tus besos tibios,
suaves labios,
declaras que te gusto, que me quieres.

Y soy feliz,
ya sin reservas,
embriagada en la emoción de ese momento

en tu mismo aliento,
dentro de tu abrazo,
abandonados a la noche que empieza...

lunes, 3 de diciembre de 2007

Si no estás


No se de tu silencio

entiendo de tu mirada muda
de tus ojos esquivos
de tu aliento cálido a mi lado
de tus palabras dulces
de tu voz sensible

¿dónde estás?
no puedo verte más allá de mi memoria
y te extraño

Detente en mis tobillos



Detente en mis tobillos,
nota que tengo más
que hendiduras y valles:
kilómetros de células
esperan el roce de tus dedos.

Siembra de besos
los surcos de mis manos abiertas,
derrama tu aliento en mi cuello y mi oído.
Acaricia la curva que te invita
a recorrer sin miedo
la pendiente detrás de mis rodillas.

Entre abrazos
descúbreme inocente,
abandonada
al ímpetu de un beso,
susúrrame arrebatos y ternuras.
Deja que tus manos aprendan de memoria
la insólita medida de mi estrecha cintura.

Dame tan sólo el roce de tus labios
y regresa despacio, profundo, delicado,
a humedecer los míos que se mueren de sed.

Sorpréndeme...
y enséñame
algún sitio que jamás sospeché.

Ebria




Embriagada
suelo perderme en tu mirada.
Trato de descubrir algún código
un rastro ancestral
arqueológico
metafísico
uniéndonos ahora


cuando siento esta ausencia tuya
tan cercana
tan próxima.

Disfrutando en el silencio
la ilusión de creer que tú me piensas.

Quieta
sólo meciéndome.

sábado, 1 de septiembre de 2007

En tus hermosos pies



Detenida en el tiempo, sigo aún el halo de tus pisadas
para llegar hasta los dedos de tus hermosos pies;
para enmarcarlos en besos bajo mis labios,
disfrutando el detalle de tu empeine,
del tobillo
que es una invitación al ascenso infinito de tu cuerpo.

Me he extasiado en el destello de tus ojos de jade,
he convertido tu boca en nicho de la mía,
me he rendido en tus manos
quebrando mi cintura ante un suspiro tuyo

Ahora, cada dedo que beso
te deja la promesa de mi amor plantada en él

Besa, y sentirás mi alma cumpliendo su promesa.
Camina, y estarás caminando en las huellas de mis besos.
Mira, y estarás recordándome apoyada en tus hermosos pies.

jueves, 30 de agosto de 2007

Tregua



Te propongo:
hagamos una tregua.
Hablemos cerca de la media noche
tomados de la mano,
dejemos de lado el desencuentro,
expongamos cada uno sus motivos.
Empecemos otra vez
desde la invitación recíproca
a ser aceptados y reconocidos.
Desde aquella elocuente bienvenida.

lunes, 27 de agosto de 2007

Nostalgia


para M.H.
sentado en una playa del Caribe

Todavía
a veces
lloro un poco
por las cosas que no dije y no dijiste.
Pudo más el miedo
a querernos de lejos.
El alma agonizaba de dolor
mientras el cuerpo
sólo se preocupaba por la ausencia.
Ahora
cuando la primavera viene a empujar la nieve
me descubro preguntándome otra vez
por qué no me has llamado…

...que fue mentira
cuando te dije adiós...

sábado, 28 de julio de 2007

Una declaración de amor



El erotismo está indisolublemente unido al amor
coexistiendo
alimentándose recíprocamente
dándose alas para volar cada vez más lejos.

Mi amor envuelve mi deseo y mi deseo anida en mi amor.

viernes, 27 de julio de 2007

Caracol caracolés



jugando con los caligramas...

martes, 10 de julio de 2007

De dónde vienen los ángeles



Para quienes me escribieron pidiendo la letra de la canción, es un placer dejárselas aquí.
Gracias por sus e-mails.

Coro:
¿De dónde vienen, de dónde vienen?
Campanas lo anunciarán
y con sus voces sonoras
todos lo van a cantar

¿De dónde vienen, de dónde vienen?
Dicen que fue de una col
Dicen que con la cigüeña
Dicen que fue de una flor

I
Desde que le tuve dentro
nunca más de mí salió
porque si un ángel te toca (bis)
se hace eterno en ti su amor

II
Hipnotiza su sonrisa
Derriten con su mirar
Con un abrazo de un ángel (bis)
Tú también vas a volar

CORO.

III
¿De dónde viene su fuerza?
¿De dónde sacan su amor?
Dice la Madre Natura (bis)
que del vientre y su dolor

IV
¿De dónde vienen los ángeles?
Nadie nunca lo sabrá.
Vengan de donde ellos vengan
que no dejen de llegar.

Vengan de donde ellos vengan
ruego porque vengan más.

Los derechos de la canción son de la Fundación Súper Ángeles

domingo, 17 de junio de 2007

Mi papá



Mi papá
Anthony Brown
Fondo de Cultura Económica

Siempre mi papá ha sido súper para mí.
El más galán, el más buenmozo, el más inteligente,
el mejor doctor, el más cariñoso, el más cálido,
el más exigente, el más risueño, el mejor bailarín,
el más fuerte, el más consentidor, el más generoso,
el más papá (claro, somos una docena de hermanos),
el mejor jardinero, el del carro más bonito,
el que huele más sabroso,
el que me enseñó a preparle el wisky a lo venezolano:
meneaito con el dedo.

Yo quiero mucho a mi papá y él me quiere también.

No en vano fui su estreno en estas lides.

Para todos los papás de todos los días: ¡Feliz día!

viernes, 15 de junio de 2007

Cumpleaños feliz




Y más feliz no pudo ser si lo celebré entre gente amada,
con un amoroso proyecto que vio luz ese día:
Alas para llevar, de la Fundación Súper Ángeles.


La franela de Toño, Julio y Jorge.


La canción de Toño y Lin, con la paciencia de Arturo y Vladimir.


Los corazones conmovidos, de todos.

Las sonrisas...
... esas son gratis.

(Como dijo el poeta)


jueves, 31 de mayo de 2007

Armonía



armonía

sonora en sí misma
evocadora
genera otras palabras favoritas
serenidad
paz
sonrisa

domingo, 13 de mayo de 2007

Adivina cuanto te quiero


Adivina cuánto te quiero
Editorial Kókinos
Sam McBratney
Ilustración: Anita Jeran




Para todas mis queridas mamás:

amigas, confidentes, consejeras,
sanadoras, doctoras, adivinas,
hechiceras, malabaristas
y un poco niñas para poder jugar y crear...

...todos los días.

¡Feliz día!

viernes, 6 de abril de 2007

En el diván de Joseph



La verdad es que no quería venir a la peluquería, pero me dejé llevar por las súplicas y los consejos de las amigas quienes te sugieren que, en mi situación, un cambio de look, una consentidita y una salida de mujeres siempre ayudan a la autoestima. Y que además es mejor estar arregladita si se quiere aplicar eso de a rey muerto rey puesto, porque a fin de cuentas un clavo saca otro clavo.

Con el refranero popular a cuestas y la sabiduría ancestral del gremio, me voy entonces al lugar que promete ser más efectivo que el sillón de mi analista. Llegamos a la peluquería. Saludos de rigor con dos besos en cada cachete siliconado de Joseph. “Lo de siempre”, le digo, e inmediatamente lanza la fatídica pregunta:

- ¿Y cómo anda todo? ¿Cómo está el susodicho?

Joseph, avezado en confesiones de silla giratoria, decide ante mis párpados entornados y el bien a media voz no entrar en detalles, aunque se muere por saberlo todo. Privilegios que dan los quince años de someterme trimestralmente al inevitable corte de puntas, más todas las veces de acompañamiento solidario a otras que en su momento estaban como yo. Nadie mejor que un peluquero para intuir las cuitas de un corazón damnificado.

Tomo ritualmente un número olvidado de la revista Hola bajo el espejo. En ese momento me siento absurda, sin ganas de enterarme de los despechos de Isabel Pantoja, el matrimonio de Bertín Osborne, la multicultural y edulcorada felicidad familiar de Antonio Banderas y Melanie Griffith o las peripecias faránduleras de Ana Obregón.

Lo único que quiero es un pote sin fin de helado de Chocolate EFE, cuatro cajas de Cleenex, una cobija Ama de Casa y ver por enésima vez An affair to remember, hasta quedarme dormida cansada de tanto llorar y despertarme en el siglo XXI, pero el de verdad verdad.

Así que tomo mi Palm y empiezo a escribir esto, que no se si leerá o si se lo daré o si sólo lo borraré como tantas otras veces después de descargar mi frustración y mi tristeza. Entre jalón y jalón, en un vano intento de Joseph por desdibujarme la herencia afro caribeña, me permito una que otra lágrima, porque total si a una le están desprendiendo el cuero cabelludo, bien se vale una lloradita. Aunque sea por el terrible hijo de su mamá que me hace falta horriblemente y que no quiero volver a ver más nunca en… tres días.

Seguramente cuando salga de aquí, reconciliada con mi cabello L’Oreal, porque yo lo merezco; iré corriendo –eso sí, disimuladamente- tres tiendas más abajo, donde “el susodicho” tiene montado su local de perolitos y tarantines para bebés. Y aunque esta sufridera intermitente si es verdad que no me la merezco, ¿quién puede resistirse a los encantos de un metro ochenta que tiene cocolisos, escarpines, sonajeros, chupones, tiraleches y teteros en su vidriera?

Y menos aún después de mirarse felina en el espejo de Joseph, sintiéndose un milagro de la estética y capaz de hacer olvidar a Helena al mismísimo Aquiles. Allí voy, susodicho. Prepárate, que arderá Troya.

sábado, 31 de marzo de 2007

Lavanda



Al vaivén de la brisa
van bailando
blancas y olorosas
dejando el aire lleno de lavanda
de rastros de jabón azul
y visos de azulillo

La pureza tendida...

después
tendida en la pureza
me lleno del aroma de lavanda
que antes volaba libre con la brisa.

Evocación de Pomarrosa



Puedes sentir
este olor dulce
como de pomarrosa

impregnándolo todo
evocando la infancia...

...mango verde con sal
aricas alrededor de la resina
miel chorreada entre los dedos
sombra, siesta, tierra, hormigas
la cancioncita del carrito de helados

brisa fría en la cara
el candor de los labios
la primera estrella que regala un deseo

bendición abuela
bendición mamá
bendición papá


Dios me la bendiga...

... evocación de pomarrosa.

Vuelvo hasta ti
Sobre los latidos de tu corazón
coloco el peso de mis senos
te abro el camino,

recórreme.

Azahares












Envuelta en el olor del azahar
bajo saltando de dos en dos los escalones
deslizando el pie descalzo entre los tréboles del patio

la grama araña un poco
pero la tierra
fría y húmeda
compensa.

Es mediodía
la garúa refresca.

viernes, 16 de febrero de 2007

Cachorros entre las nubes



Conocí a Carmencita en el Hospital Oncológico Luis Razetti. Visitaba la sala pediátrica con Fabián y Tutti Frutti, cuando la descubrí mirando con curiosidad los libros que llevábamos, esperando a ver si de verdad iba a contar cuentos. En su cara se podía adivinar las preguntas que se hacía: ¿Cómo es eso de una payasa que viene para acá y se pone a leer? ¿Acaso los payasos pueden entrar al hospital? ¿Quién le dio permiso para meterse en mi sala?


Cerramos la sesión de cuentos, las doctoras nos presentaron y poco a poco, me dejó acercarme después de despedir a Tutti Frutti.


- ¿Dónde está? –me preguntó.

- ¿Quién? –dije haciéndome la desentendida.

- ¡La payasita que estaba aquí cantando! -me dijo como si en realidad quisiera decir “Tonta, la payasa ¿o es que no la viste?”.

- ¡Ah! Ella. Yo creo que se fue. -Me encogí de hombros y me quedé sentada junto a ella.


Carmencita lo aceptó sin más preguntas y me invitó a compartir un café y una torta imaginarios en la cocina de juguete de la escuelita. Jugamos un rato con Angelí que se unió al grupo; reímos las tres porque nos empegostamos con el azúcar –también imaginaria- cuando se botó sobre la mesa. Al rato Angelí se fue a manejar su carro y pasear a su muñeca. Nosotras pintamos un ratico y luego nos despedimos hasta una próxima vez.


Cuando volvimos con el Bibliobús, la encontramos debilitada, no quería estar en los cuentos, su mirada apagada era el reflejo de la lucha que su cuerpo libraba. Estaba triste y quería irse de la sala. Entonces le pedí que me ayudara a buscar a Tutti Frutti, que seguro andaba por el pasillo. Eso la reanimó un poco y más entusiasmada salió a buscar a su amiga payasa: me ayudó a cambiarme y prometió que guardaría el secreto. Cómplice, me pasaba la chaqueta, las colitas, los lentes, el sombrero y la nariz, con la picardía retratada en la cara. Así se quedó con nosotros un rato más, hasta el final, jugando con los cuentos, cantando y olvidando por un rato su agotamiento. Después, llegó Miguelito para repartir pedacitos de la luna y le dejó los cachetes llenos de sonrisas y besos. Nos despedimos nuevamente, con abrazos, globos y mucho cariño.


En diciembre regresamos. Había hecho operación limpieza entre los juguetes de mi casa y encontré un par de cachorritos de peluche que compartíamos mi hija y yo cuando ella tenía la edad de Carmencita. Los metí en su cesta rosada y los envolví con cuidado para llevárselos como regalo de navidad. Pero cuando llegamos, Carmencita estaba dormida. Entonces me escuchó hablando con su mamá, por un momento abrió sus ojos despacio y sin salir de su sueño saludó a Miguelito y me sonrió. El regalo se lo dejé al lado de la almohada. Hace unas semanas llamé para preguntar por ella. En un breve instante pasaron sus bracitos por mi cuello, su sonrisa tímida y su alegría de cómplice en el pasillo junto a Tutti Frutti. Quería llorar y sin embargo me sonreía. Ya sabía que iba a pasar, los doctores me lo habían dicho en navidad, pero es tan diferente cuando pasa. Sentí como mi cara se calentaba, los ojos humedecidos no dejaban caer las lágrimas, traté de respirar y me di cuenta de que Carmencita había desplegado sus alas. Ahora, volando cómo un ángel más, la imagino sonreída mientras la persiguen dos cachorros que aprenden a ladrar entre las nubes.