
La verdadera historia de Caperucita
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxun Límerick para Ari
Tras mucho afán por lucir su pelaje
un lobo adelgazó ¡tanto como un alambre!
No probó comida
en más de treinta días.
Y finalmente, se murió de hambre
evocaciones aromáticas y agridulces
4 comentarios:
Hola!!!
qué sorpresa
de vuelta al mundillo de los blogs y me encuentro que tú eres tú!!!
este microrelato es buenísimo!!!
dice tanto de tantos!!!
se adapta mucho a nuestro tiempo.
saludos
por accidente caí en tu ventana, agradecida me comeré página por pagina
Gracias por sus visitas y su comentarios.
Querida Gata, me encantó que visitaras mi patio. Bueno, sí, yo soy yo... no sabes cómo cuesta entender eso.
David, nuestros tiempos son a veces tan absurdos como los hacemos. Esa es la gracia del Límerick.
Ontokita, buen provecho. Bienvenida.
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