
A mi hija Valerie
Para anunciar la llegada del niño Dios
los caminos se van llenado
de trinos y cantos en la arbolada
Tus dedos curiosos
aún no entienden el papel de regalo
saben de leche y miel
de caricias
de arrullos
empiezan a entender de villancicos
la Gloria es el alimento bendito
que María también dio a Jesús el primer día
sobre ti un astro brilla
un ángel te custodia
y nuestros propios magos
te celebran
Duermes
sonrisa de paz
en la noche de amor
9 comentarios:
Me parece un gran poema, y te preguntó: ¿Eres escrtora?
Qué hermoso, Lin.
Ahora que tengo una niña entiendo más todo esto.
Un abrazo.
Aprendo a serlo, Tarmenia. Lo intento :)
Gracias por visitar este patio y dejar tu recuerdo.
Hola Naida
Gracias...
La maternidad es un estado de Gracia permanente. Cada día nuestros hijos nos regalan versos, ellos nos hacen poetas.
Un abrazo
: )
muy hermoso poema , todavia no soy padre , pero algún día lo seré , muy tierno me gusto mucho.
que bello ese poema.
a tu hija le encantarà cuando esté más grande
muchas bendiciones.
Gracias Yessen.
La dimensión de ser padre puede otorgarle otro matiz, sin embargo tu sensibilidad ya le ha dado el sentimiento que te conmovió.
¡Amén!
Qué lindo saludarnos nuevamente, Jorge.
Gracias por pasar y quedarte en tu comentario.
Un abrazo.
Lin
Qué bonito Lin Gracias! Después de conocerte a ti por algún tiempo y después conocer a Valerie esta poesía se vuelve más especial
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