domingo, 30 de diciembre de 2007

Sonrisas matutinas



Había olvidado
que se siente mirarte en las mañanas
que se siente respirarte a medias
compartiendo el aire

Pero esa niña de brazos largos
que ayer robó mi sueño
te envió con ojos nuevos

te dejo nuevamente cepillar mi cabello

feliz
con fe
ligera

concertando la vida

2 comentarios:

José Antonio dijo...

Las mañanas
las inventaste tú.
Entre las mañanas tuyas,
y las mañanas tuyas,
sólo había extensiones de la noche;
sólo postergaciones del sueño.

Solo soles que visitaban,
y se iban.

El aire
lo inventaste tú.
Y entre tu aire que fluye,
llavando esos milagrosos átomos
de tu olor,
encuentro por fin mi aire,
perdido;
encarcelado en un suspiro
para siempre condenado a la soledad
de mis pulmones.

La sonrisa
me la inventaste tú.
Y la pules, y la esculpes,
y la tallas, y la pintas
cada vez que abres el telón
de ese acto interminable
que es tu piel.

Y yo,
quedo rendido,
entendiendo por fin
la alegría,
la paz,
la felicidad,
mientras te recorro con dedos,
con ojos,
con boca,
deseando que no haya freno alguno,
jamás,
cada vez que descienda tus pendientes.

Pues es maravilloso estrellarse
en tus abismos
sabiendo que saldré nuevo,
luz,

inmaculado.

MaraiaBlacke dijo...

Hola. Me habian hablado de la aguda delicadeza que fluye de tu pluma y si bien tuve oportunidad de comprobarlo, tus sonrisas matutinas me dejan al borde de una lágrima y de carabanas postrada...
Bellisimo!